viernes, 17 de septiembre de 2010

Homenaje al Banco de las Lamentaciones

Normalmente le recomiendo a la gente que no se apegue mucho a los objetos materiales. El caso que nos ocupa no se trata de este tipo de situaciones, sin embargo este miembro del mobiliario urbano se ha ganado un lugar especial en nuestros corazones.

Se trata de un banco, sí, un vulgar banco de parque como los miles que hay repartidos en todo el mundo. Lo apellidamos "de las lamentaciones" años después cuando caímos en la cuenta de que pasábamos largas horas comentando las preocupaciones que nos atormentaban por aquel entonces. Pero no sólo le dabámos esa utilidad, sino que también se convirtió en nuestra particular meca cada vez que nuestro grupo se reunía. Recuerdo con especial cariño esas tardes de verano, en las que quedábamos a las 20:30 horas todos los días para dar una vuelta, y yo acudía con amigo perruno durante aquella época, Dox, un pastor alemán negro de 40 kg. Cuando me fui a estudiar fuera de la ciudad, todos mis amiguetes se hicieron una foto en él y me la regalaron como símbolo y recuerdo de nuestra amistad, foto que a día de hoy tengo frente a mí en el corcho de la pared. Incluso llegamos a grabar nuestras iniciales en una de sus tablas marrones, tal y como hacen los enamorados, en un intento más de reclamarlo como parte de nuestras vidas.

Durante más de una década, aquel banco del bulevar de un populoso barrio granadino, fue testigo mudo de los avatares de un grupo de adolescentes que hoy sobrepasan los veinte años. A día de hoy seguimos quedando (los pocos que quedamos en el barrio) en ese punto concreto, pero no puede ser en nuestro querido banco, ya que debido a las obras que se están efectuando justo al lado han acabado con él de la forma más cruenta posible: destrozándolo. Esto es lo que queda de nuestro Banco de las Lamentaciones actualmente:


Las obras del metropolitando de Granada no sólo han afectado a los susodichos bancos, sino donde antes se encontraba una fantástica pista de patinaje que disfrutábamos todos los vecinos (especialmente nosotros, todo hay que decirlo) ahora podemos encontrarnos esta imagen, desde hace más de un año ya:


Y ya que estamos hablando de recuerdos y vivencias, me gustaría rendirle un pequeño homenaje a otro lugar antaño muy visitado por mí, la Esquina de las Cotorras (espero que por aquello de tratarse de una esquina no vayáis a pensar demasiado mal). En esa esquina, entre la calle Palencia y la avd. de Italia, quedábamos Eli y yo todas las mañanas para ir juntas al colegio, debido a que ella venía de una dirección y yo de otra y confluíamos allí. Como todos os estaréis preguntando por qué le llamábamos "de las Cotorras", era porque después de nuestra jornada escolar nos tirábamos allí las horas cascando, como se suele decir, hasta tal punto de llegar a nuestras casas a comer a horas poco recomendables. La Esquina de las Cotorras también era un sitio recurrente para quedar citados cuando yo vivía en mi anterior casa. 

Como anécdota contaré (si Eli me lo permite), que quedábamos todos los días a las 8:15 de la mañana, pero por circunstancias de la vida, Eli no era muy puntual y siempre llegaba a partir de las 8:25, por lo que siempre teníamos que echar a correr al final (entrábamos a las 8:30, por si a alguien le falla la memoria). Puntualizar que hoy en día es Eli la que llega puntual y yo no (la de vueltas que puede dar la vida, jaja). Os dejo una foto de la citada esquina:

Y bueno esto ha sido todo por mi parte, me haría ilusión que alguno comentárais alguna anécdota o sentimiento respecto a estos "iconos" de nuestra juventud, sólo me resta decir que le dedico esta entrada a la Eli de la que acabo de hablar, pues este domingo es su cumpleaños, ¡felicidades! Y no olviden...

"La gente ha nacido para ser amada. Las cosas para ser usadas. Ha habido un error: las personas están siendo usadas y las cosas amadas."

Un abrazo a tod@s.

Banco de las Lamentaciones, Descansa En paz. Si los bancos hablaran...

5 comentarios:

  1. Chochooooooo!! Q me has hecho llorar, jooo...de felicidad, de tristeza, de añoranza...muchos sentimientos juntos. Te puedo asegurar q ha sido lo mejor q he podido leer antes de cumplir mi cuarto de siglo...Creo q todos esos lugares y esos recuerdos nunca morirán, ni desaparecerán, por muchas obras q quieran arrebatarlos, pq en nuestros corazones siempre perdurarán...Son muchiiisimos momentos y recuerdos los q tengo, ainss...esas carreras desde la esquina de las cotorras me han arrancado una sonrisa, jeje...pero era por culpa de mi pelo q casi me llegaba al culo y rizado, jajaja...Del banco...q puedo decir...ha sido confidente de muchas cosas, cosas q en su momento eran nuestros grandes problemas, aunque ahora parezcan insignificantes...Amo ese banco y amo a todos los q hemos pasado por allí...por eso viene la tristeza...pq muchas cosas han cambiado, también pq la vida sigue adelante y cada uno tomamos nuestros caminos, pero lo importante y es lo q me hace feliz es que a pesar de todo siempre vamos a estar unidas y q esos recuerdos siempre estarán y q aunque unos se vayan y otros vengan, siempre habrá un momento para volver a quedar en el banco de las lamentaciones (aunque no este físicamente...) Gracias Elen por recordarnos esos lugares q creo q en nuestras vidas han sido y siempre serán muy especiales ^^ ¡¡HeliHelen Forever!! vaya por donde vaya nuestro camino =)

    *ELi*

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  2. Si es que hemos vivido tantisimas cosas... y las rosquillas que? despues de vuestra cate quedada en la iglesia y tirabamos para alla todos los Viernes...

    El otro dia recorde un dia de verano en el que llamasteis a mi portero Eli y tu (en mi casa de la Calle Palencia por ese entonces), para que me fuera por primera vez con vosotras, y desde entonces no hemos parado ni pararemos... que nos queda toda la vida por delante!!!!!!!!

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  3. ¡Ostras sí, las Rosquillas! Jaja, siempre quedará en mi memoria la "Llorosa", que me alimentó tantas veces quitándole el jamón y comiéndome el resto, jajaja.

    Muchas gracias por vuestros comentarios, ¡¡Eli el tuyo es conmovedor!!

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  4. Me parece muy lindo que hayas hecho un pequeño homenaje a esos pequeños detalles de la vida que nos dejan huella. Un banco o una esquina parece algo insignificante pero todo tiene una historia detrás, en este caso la tuya y la de tus amigos, que hace que para una persona en concreto no sea un banco o una esquina insignificante sino que tenga un valor sentimental por los momentos allí vividos.

    Ese sentimiento de nostalgia del que hablas me es familiar. De pequeña mi vida se limitaba al colegio, a la casa de mi abuela y a la mía propia así que cuando me cambié de colegio, mi abuela se murió y me mudé empecé a echar de menos muchas cosas que hasta entonces no había valorado. Desde entonces, cada vez que paso por la puerta de estos sitios me invade un sentimiento raro, como de melancolía. Me pregunto quien estará viviendo ahora en esas casas, como estarán por dentro y me vienen recuerdos de mi niñez.
    Aquí en el pueblo, de lo que me acuerdo mucho es de la casa de la que fue una de las mejores amigas que hice en el pueblo siendo yo una recién llegada. Nuestra amistad duró muy poco porque ella se tuvo que marchar a Suiza por motivos personales. La eché muchísimo de menos pero no me di cuenta de cuanto hasta que un día, al tiempo, pasé por la puerta de su casa. En ese momento vinieron a mi todas las tardes que pasé en su casa, las cenas, los paseos y conversaciones que tuvimos…. Caí en la cuenta de que jamás sabré que habría pasado con nosotras si ella se hubiese quedado. Esa casa representa una etapa de mi vida que recuerdo con mucho cariño.

    Así que algo parecido a lo que te pasa a ti con los bancos y las esquinas me pasa a mi con las casas XD. No podemos evitarlo, los humanos nos pasamos la mitad de la vida soñando y la otra mitad recordando, somos así, nos viene de serie.

    Un besito guapa.

    Gata.

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  5. Actualiza el blog que he leido éste post 9 veces, no hombre, es broma ja,ja,ja.

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